El siglo XXI es considerado la cúspide del desarrollo tecnológico y de las comunicaciones digitales, pero detrás de estas grandes revoluciones existe equipos de trabajo o en formación, que tienen el gran objetivo general de mejorar el rendimiento continuo de este. Para lograr esta meta (dinámica y creciente ante los retos competitivos de un mundo globalizado), se requiere que cada persona aprenda, mejore, colabore e interactue. Lo que proporcionará las bases para un cambio sustancial en la eficacia, el desempeño, la productividad y por ende en el capital financiero de cada organización.
De esta forma, la apuesta corporativa está en cambiar el rumbo organizaciones jerárquicas a organizaciones orientadas a equipos que tengan como principios de acción: 1) un compromiso con el cambio; 2) adopción en toda la empresa de valores mutuos y comportamientos acordados; 3) una estrategia de formación de equipos; 4) compromiso con el aprendizaje y la transferencia de conocimientos; y 5) capacitación para mejorar la amplitud técnica, el trabajo en equipo y las habilidades de liderazgo.
Los principios de acción se pueden resumir en cuatro grandes componentes (no son los únicos, pero sí los más importantes): 1) establecimiento de metas; 2) relaciones interpersonales; 3) resolución de problemas; 4) aclaración de roles. Estos componentes están presentes en los resultados cognitivos, afectivos, de proceso y de desempeño de las personas y las organizaciones.
Entre los principios de acción y los componentes de los equipos es necesario destacar dos elementos centrales para formación del personal que conforma la organización, los estilos interpresonales por un lado, y la dinámica del equipo por el otro, que opera más o menos de la siguiente manera: los miembros del equipo identifican los problemas en el equipo y luego establecen metas específicas y participan en ciertas actividades diseñadas para mejorar el equipo. Después el equipo debe monitorear su desempeño y participar en actividades de gestión personal para fomentar la mejora continua.
Autor: Psic. Aquiles Pérez Phd.
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